En el nombre del Padre, del Hijo y del...Monopatín 12

Cuando Zoltán Lendavi , en su Hungría natal, era un adolescente, una de sus pasiones era el monopatín, en la que destacaba por su habilidades, pero un buen día sintió la llamada del Señor, y se hizo sacerdote, dejando su tabla, aparcada con su vida seglar.

Después de años de sacerdocio, viendo que cada día había menos fieles, que visitaran su iglesia en Gaborjanhaza, que sigue estando en Hungría pero en la frontera con Eslovenia (para que el que quiera se sitúe) y entre los pocos que la visitaban, no había jóvenes y empezó a preocuparse, así que pensando y pensando, que es lo que podía hacer para que estos siguieran el camino del Señor y empezaran a visitar el templo. De repente se le ocurrió, aquello de "que si no puedes con tu enemigo únete a él", desempolvó su vieja tabla, hizo unas cuantas prácticas, porque tampoco era cosa, de esmoñarse en publico, y en vez de cascos, rodilleras y demás, se enfundó en su sotana, que los uniformes imponen mucho, para lanzarse al asfalto en busca de jóvenes a los que atraer , en el buen sentido, con su habilidades, que hay que reconocer que las tiene y encima tiene gracia.



El invento le ha funcionado, porque ahora, a su iglesia acuden los jóvenes, atraídos por las habilidades del padre Lendavi, que no duda en compartir con ellos y ellos a cambio han vuelto al seno de la Santa Madre Iglesia, que tan falta anda de almas, que se le han ido fugando en los últimos tiempos, por el comportamiento poco ejemplar de algunos de sus miembros.

Pues nada todos tan contentos y este cura parece "enrollado", algo que le viene de perlas al clero, aunque necesitarán muchos, pero que muchos padres Lendavi para lavar su, inlavable ,imagen.